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Esta iniciativa, que hace que los espacios hospitalarios sean más cálidos y amigables, forma parte del Programa de Comunicación Visual del Entorno que se lleva a cabo en el hospital riojano y que se realiza junto con el Ministerio de Salud de la Nación y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) bajo el marco de Garrahan Federal.

En el Hospital de la Madre y el Niño de La Rioja, se presentó la ambientación de la sala de resonancia magnética como parte de un trabajo colaborativo entre el Garrahan, el Ministerio de Salud y la OPS para mejorar, desde la comunicación, la accesibilidad y la calidad de los entornos hospitalarios.

“Este logro concretado es el resultado de un trabajo colaborativo basado en la confianza mutua y nutrido por la enorme cantidad de vínculos que en la historia de nuestro Hospital Garrahan se fueron dando con niños y niñas, familias y equipos de salud que desde La Rioja buscaron respuesta para garantizar el cuidado integral”, expresó Gabriela Bauer, presidenta del Consejo de Administración del Garrahan.

La Rioja web 3La ambientación del resonador se realizó teniendo en cuenta una identidad visual respetuosa, con representaciones culturales de La Rioja y la región de Cuyo. Esta obra, además, pone en valor ese patrimonio que los identifica y enorgullece, y para eso fue fundamental contar con un equipo de artistas locales.

“La contención de las y los niños es muy importante, por lo que en este resonador que estamos inaugurando en el Hospital de la Madre y el Niño, nos aseguramos de elaborar un entorno amigable para ellos. Toda la ambientación de este resonador cuenta una historia desde el ingreso y tiene también personajes de nuestra historia riojana. Este es el primer hospital del país en trabajar con este concepto después del Garrahan”, resaltó Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja.

Por su parte, la directora ejecutiva del Hospital de la Madre y el Niño Viviana Pérez, dijo que: “nos llena de orgullo poder poner en funcionamiento este resonador que dotará de mejor calidad de atención a nuestro hospital, y además nos conmueve hacerlo con el diferencial de una ambientación amigable y respetuosa de nuestro patrimonio cultural”.

Para el desarrollo de la ambientación fue muy importante el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, en virtud de su capacidad y experiencia en este tipo de procesos en el marco de su línea de cooperación en comunicación.

“Desde la OPS nos enorgullece acompañar este proyecto del Hospital Garrahan y el Ministerio de Salud de la Nación que prioriza a la comunicación como herramienta estratégica para mejorar la accesibilidad y la calidad de la atención, especialmente de niños y niñas. Con propuestas artísticas y lúdicas se pueden reducir los niveles de angustia y de ansiedad asociados a la realización de estudios o a la aplicación de las vacunas. Por eso, invitamos a los chicos a adentrarse en un viaje en el tiempo por la historia de la provincia con este nuevo resonador que hoy se inaugura en el Hospital de la Madre y el Niño de La Rioja”, celebró Eva Jané Llopis, representante de OPS/OMS Argentina.

El trabajo está enmarcado en el Programa Garrahan Federal que promueve la cooperación entre efectores de salud del país en coordinación con hospitales de referencia pediátrica de mayor complejidad, para facilitar el acceso equitativo a la atención, garantizando el cumplimiento de derechos de las niñeces y adolescencias.

La historia que cuenta la ambientación

Luego de una profunda investigación y evaluación, fueron seleccionados para la ambientación dos patrimonios que aparecen con más fuerza en la identidad regional. Uno esLa Rioja web 1 el descubrimiento, en Villa Sanagasta, de 80 nidos de dinosaurios, con entre tres y treinta huevos, único en el mundo. Y el otro de personas que destacaron en la tierra de caudillos, en los orígenes de la patria, Ángel Peñaloza (el Chacho), su esposa y fiel compañera Victoria Romero (Doña Vito o la Chacha) y Facundo Quiroga (el Facundo), integrantes de las tropas que defendieron su tierra.

Ariel Aragües, integrante de comunicación del MSAL y experto en Programas de Comunicación Visual del Entorno, explicó que lograron que se encuentren estos dos acontecimientos que se sucedieron en el mismo lugar, pero en diferentes tiempos. El trabajo resultó en un espacio amigable que integra identidad regional, accesibilidad y calidad de atención, donde los niños y niñas, viven una historia inmersiva y son protagonistas de ella.

“La aventura comienza en el pasillo de ingreso donde una niña necesita devolver a su época a un bebé dinosaurio que, por alguna razón, nació en nuestro tiempo. Para eso, atraviesa la puerta de ingreso a la pre-sala del resonador que resulta ser una máquina del tiempo”, contó con entusiasmo Aragües.

Otros personajes aparecen en escena en la pre-sala: un científico que ayudará en el viaje y un robot enojado porque “nada de metal puede viajar en el tiempo”. Además, hay una galería de fotos con algunos acontecimientos y personajes históricos.

Ya en la sala de resonancia se encuentran con realidades superpuestas debido a un desperfecto técnico que mezcló las fechas. Una selva tropical, habitada por dinosaurios, el cañón de Talampaya, refugio de Chacho Peñalosa y su tropa de gauchos, y un acontecimiento actual, la fiesta de la Chaya.

Finalmente, el resonador es la madre de este dinosaurio representada por un Titanosaurus que habitó en esa zona en el Cretácico. “Ella está abrazando con amor a un huevo que está en centro del equipo, eso da sentido de protección y de cuidado donde el niño o la niña que se haga el estudio de diagnóstico se sienta acompañado y resguardado, no solo por este dinosaurio sino también por Doña Vito de un lado y el Chacho del otro”, concluyó Aragües.

El bienestar que propicia la comunicación del entorno implementada facilita la disposición y adherencia de las niñas y niños a los tratamientos que deben atravesar en el proceso de salud/enfermedad, evitando en muchos casos recurrir a la sedación total o parcial para realizar algunos estudios diagnósticos.