El voluntariado hospitalario realiza tareas de acompañamiento, cuidado y contención de niños y niñas internados cuando sus familiares o un responsable adulto no pueden hacerlo. Es un trabajo ad honorem, altruista y solidario. Cada 4 de octubre se celebra el día del voluntariado hospitalario en homenaje a su patrono, San Francisco de Asís.
Desde que se inauguró el Hospital, las voluntarias han prestado su tiempo para tareas de cuidado y servicio de abrigo y vestimenta. El Garrahan llegó a contar con 25 voluntarias, que durante la pandemia debieron suspender sus tareas, y hoy se desempeñan entre 13 y 15 personas que acompañan a pacientes que necesitan cuidados.
Por el día del voluntariado hospitalario, el Garrahan, a través de servicio Social, reconoció a las voluntarias con un desayuno donde pudieron conocerse y compartir las experiencias de cada una.
Ana María Fornis fue enfermera del Hospital por 30 años. Comenzó a trabajar en el CIM 43, y luego de un tiempo le tocó abrir el CIM 32. En 2017 se jubiló, pero como ayudar la hace sentir bien, en 2019 se sumó al voluntariado.
“Ser voluntaria es servir con amor”, afirma Ana, y cuenta que volvió al hospital en este formato porque “el Garrahan que es mi lugar en el mundo, mi lugar de pertenencia”. En vez de cuidados de enfermería, en este tiempo reemplaza a la mamá o el papá de los niños y niñas internados. “Los acompaño, dibujamos, escuchamos música o lo que necesiten en ese momento”, describe.
Mirta Domanico es maestra jardinera con orientación en salud, jubilada hace 16 años. Brindó acompañamiento en el Garrahan por 12 años y recibió una mención del Senado por esta tarea. Luego se fue del país y este año retomo el voluntariado. “Me encanta cuidar a los chicos y chicas, es mi misión”, asegura.
“Dependiendo de la edad, a veces solo quieren upa y mimos, otros distraerse con juegos de mesa, dibujos y pintura, y algunos necesitan más asistencia, como alimentación por goteo”, explica Mirta y agrega “siempre pregunto qué patología tienen y qué necesitan”.
Andrea Segú, jefa de Servicio Social, y quien tiene a cargo la coordinación del grupo, explica que quienes cuidan a las y los pacientes en la internación suelen ser principalmente, madres o referentes familiares del género femenino. Cuando la internación se prolonga, se generan tensiones en las familias debido a que las mujeres sostienen no sólo el cuidado del niño, niña o adolescente (NNyA) con enfermedad crónica, sino también la organización cotidiana del resto de la familia y en ocasiones la gestión de insumos o medicamentos necesarios para el egreso hospitalario.
“Contar con voluntarias que asisten diariamente en las tareas de cuidado de los NNyA internados es fundamental para sostener la internación. Como servicio social es un orgullo coordinar este grupo de personas que de forma altruista destinan su tiempo libre para asistir a otras personas”, indica Segú, quien afirma que en los últimos años se observa un deterioro de los lazos que sostienen a las familias en las tareas de cuidados en la internación.
El servicio de voluntariado cubre la franja horaria de funcionamiento del hospital, de lunes a viernes de 8 a 16 horas, para acompañar a niños, niñas y adolescentes. Las interesadas en sumarse a esta iniciativa pueden consultar en el Servicio Social a través del correo:
El 4 de octubre se celebra el día del voluntariado hospitalario en homenaje a su patrono San Francisco de Asís, con el objetivo de reconocer, fomentar y motivar la labor voluntaria en instituciones que contribuyen al cuidado de la salud integral.