En el marco del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, especialistas del Garrahan advirtieron sobre los peligros del consumo excesivo de sal, sus consecuencias en la salud y cómo incorporar buenos hábitos alimenticios desde las infancias.
Como cada año, la Unidad de Riesgo Cardiovascular e Hipertensión Arterial junto al área de Alimentación del Garrahan organizaron actividades por el Día mundial de la Hipertensión Arterial. Especialistas en el tema brindaron recomendaciones sobre hábitos saludables de alimentación y señalaron la importancia de realizar actividad física y controlar la presión desde pequeños para evitar enfermedades cardiovasculares.
La hipertensión arterial es la enfermedad crónica no transmisible más importante para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares con repercusión en ambos riñones, cerebro, corazón y árbol vascular, y puede iniciar en etapas tempranas de la vida. En Argentina, 4 de cada 10 niños podrían tenerla.
“Cada niño sano debe tener un control de la presión arterial a partir de los 3 años con su pediatra de cabecera, pero en aquellas infancias cuyas patologías de base se asocie a la posibilidad de elevar la presión arterial, se sugiere que se haga desde el nacimiento”, señaló Luis Pompozzi, jefe de la Unidad de Riesgo Cardiovascular e Hipertensión Arterial.
La disminución en la ingesta de sodio guarda estricta relación a un descenso de la presión arterial y con la incidencia de eventos cardiovasculares. La OMS afirma que los conocimientos científicos acerca del consumo de sodio en la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles son bastante robustos, por lo que insta a desincentivar el consumo de productos alimenticios procesados y ultra procesados.
Además, la más alta autoridad sanitaria del mundo, recomienda reducir la ingesta de sodio por debajo de los 2 gramos de sal/día y en las y los niños debe reducirse para que sea proporcional a sus necesidades energéticas.
Según la última encuesta nacional de Nutrición y Salud, el promedio de ingesta estimada de sal en 24 horas fue de 7,9 gramos: casi 2 veces más que las recomendadas.
“Es importante enseñar a la población dónde podemos encontrar el sodio en los alimentos. Entre un 75 y un 85 por ciento del sodio lo aportan alimentos industrializados y ultra procesados, y en menor proporción, este aumento es de la sal agregada en la elaboración de preparaciones en el hogar y el sodio natural que tienen los alimentos”, explicó Clarisa Vezzani, jefa de clínica del área de Alimentación.
La Unidad de Riesgo Cardiovascular e Hipertensión Arterial brindó atención a 478 pacientes en 2023, y se colocaron 188 Monitoreos Ambulatorios de la Presión Arterial en este Hospital.
“Llama la atención el incremento en el mundo de la prevalencia de la hipertensión arterial sobre todo en adolescentes, y mucho tiene que ver el aumento del sobrepeso y la obesidad. Por ello, como pediatras seguiremos trabajando en tratar de mejorar hábitos, revertir costumbres y generar espacios para la realización de actividad física”, concluyó Luis Pompozzi.