El apto físico es una buena oportunidad para realizar los controles pediátricos que permitirán, en caso de detectar problemas de salud, actuar a tiempo para lograr un tratamiento oportuno.

El servicio de Mediano Riesgo del Hospital Garrahan resaltó la importancia de acercar a las niñas, niños y adolescentes al sistema de salud para realizar los controles pediátricos necesarios de cara al comienzo de clases.

“En los centros de salud cercanos a los domicilios, las y los pediatras deberán corroborar que tengan las vacunas al día e indicar un examen auditivo, visual y cardiológico, que en algunos casos lo puede realizar el pediatra”, explicó Pablo Barvosa, jefe del Servicio.

Asimismo, destacó la necesidad de lograr una evaluación integral, que incluya aspectos sociales y emocionales: “los controles ayudan a determinar si las niñas, niños y adolescentes están preparados para afrontar los desafíos escolares”, agregó.

Los controles deben incluir aspectos vinculados a la promoción de la salud: la incorporación de hábitos saludables como la realización de actividad física y llevar una correcta alimentación.

A su vez, en función de la edad, se sugiere tener en cuenta la prevención de adicciones y de accidentes tales como caídas, atragantamiento —con comida o elementos esféricos—, ahogamiento en piletas y el uso de dispositivos de seguridad en los medios de transporte, entre otras cosas.

Por último, Barvosa especificó que las y los pediatras “tenemos que estar un paso adelante de las cosas que puedan ocurrir, para evitar mayores consecuencias. En la adolescencia, especialmente, hay que tener en cuenta que puede haber casos de depresión, autolesiones y hasta intentos de suicidio”.