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En Madrid, la Sociedad Internacional de Displasias esqueléticas le entregó un premio a Virginia Fano, actual coordinadora de Relaciones Institucionales y exjefa del servicio de Crecimiento y Desarrollo por su destacada tarea en el abordaje y la investigación de estas enfermedades. Es la primera mujer latinoamericana en recibir la distinción. 
 
La coordinadora de Relaciones Institucionales del Hospital Garrahan, Virginia Fano, fue reconocida esta semana en Madrid por la Sociedad Internacional de Displasias Esqueléticas por su trayectoria en el abordaje y tratamiento de estas enfermedades.  

Referente nacional en enfermedades poco frecuentes, Fano lideró por más de 30 años el equipo de Crecimiento y Desarrollo del hospital y se convirtió en la primera especialista de Latinoamérica en recibir el premio Profesor Pierre Maroteaux, destinado a quienes realizan mayores aportes al conocimiento clínico y de investigación sobre displasias esqueléticas. 

“Fue un honor recibir el premio por mi aporte basado en los 30 años de participación internacional. Esto consolida al Hospital Garrahan como centro de referencia en la región”, destacó la profesional durante el 16° encuentro de especialistas de esa sociedad científica, que se realizó en Madrid entre el 18 y 21 de este mes. 

Las displasias esqueléticas son un grupo de condiciones poco frecuentes, de origen genético, que se manifiestan con baja talla y desproporción corporal —ya sea por compromiso de los miembros inferiores, superiores o del tronco— y, en muchos casos, un perímetro de la cabeza proporcionalmente mayor al de la estatura. 

“Hubiera sido imposible realizar el trabajo de todos estos años sin la continuidad que nos permitió este hospital público de referencia pediátrica", reconoció Fano y agregó: “se formaron equipos estables interdisciplinarios a quienes les agradezco el apoyo y el trabajo continuo. La idea siempre fue generar un equipo de trabajo con el más alto nivel científico pero que contemple la complejidad humana, teniendo buena relación con los pacientes, sus familias y los colegas”. 

La médica comenzó su trayectoria en el Garrahan en 1988 cuando inició el consultorio de atención para este tipo de patologías junto a Horacio Lejarraga. Cuatro años después, creó un equipo multidisciplinario que coordinó durante las siguientes tres décadas. 

“Es justo que llegue este reconocimiento, merecido por tanta dedicación y constancia. A este reconocimiento nos sumamos todos sus pacientes y familiares a los que recibiste y acompañaste siempre. Gracias por darnos tanto”, firmó en redes sociales Graciela Muñoz, mamá de uno de los pacientes de Fano.